había una vez un niño que se negaba en creer en mi existencia. todas las noches me paraba junto a su cama y le decía: tienes que temerme. jalaba sus pies. retiraba su manta. cerraba puertas. prendía las hornillas de la cocina. producía interferencias. le pisaba la cola a su perro. le daba manotazos y gritaba en sus orejas. garabateaba sus trabajos y desordenaba todo.
así durante algo más de un año. hace un tiempo el niño me dijo que no creía en mí porque era muy fantasmal para ser verdad. desaparecí.
sábado, 12 de mayo de 2007
desaparición
colgado por Unknown a las 11:31 p. m.