domingo, 21 de octubre de 2007

guarida

rogando que nadie la vea, mafe camina en puntillas por el pasadizo. más ágil que gato, trepa las escaleras, cruza el patio agachada y abre la puerta. va a rechinar, va a rechinar, va a rechinar. no. gracias al cielo que no. entra. abre el cajón. no está. mira hacia atrás. no, no hay nadie, pero no está. las paredes la protegen y la suposición fundamental de wacjman no se cumple por el momento. espera. olvidaste cerrar el cajón, cerrar la puerta, echarle llave. dejaste el espigón y el cabello largo. la ventana estaba abierta.

ahí está el pequeño.

¿de qué te escondías, eh?