miércoles, 7 de noviembre de 2007

azúcar de fina selección

darío nunca ha querido admitir que no le gustan varias cosas, que es quisquilloso y selectivo, y que además si algo le gusta vive buscándole una falla, algún error, algo fuera de lugar. lo que pasa es que cuando más blanco el papel, más se nota la mancha.

estamos sentados frente a frente ahora.

me pide que le mire a los ojos. me niego.

darío me toma de la cara como perro en exhibición.

cierro los ojos y sé que en algunos segundos dirá su veredicto. espero.

me desespera demasiado saberme juzgado.

tengo pequitas pitucas.