martes, 6 de febrero de 2007

borrón y cuenta nueva

Decidí hace un par de minutos cambiarle el nombre al blog y borrar todo lo anterior. Después de todo, siempre es bueno tener la hoja en blanco, la mente vacía.

Lo mejor que me pasó hoy día es que cuando quise tomar un taxi -luego de caminar 15 cuadras llorando y haciéndome preguntas metafísicas que no me llevaban a nada- una señora, un par de metros delante mío también alzó la mano y pensé que me habían birlado una vez el taxi que me llevaría a casa. El sr. taxista pasó de largo a la señora y me llevó. La cara de confusión de la señora fue un momento Kodak.

Llorar en la calle caminando es un espectáculo triste. Muchos traunseúntes pasan a tu lado y especulan el porqué de tus lágrimas. Lima es una ciudad de dimes y diretes; las lágrimas aún sean desconocidas siempre serán objetos de intricadas cavilaciones sobre su causa y su solución.

- Pucha, pobre, seguro el novio la terminó

No.

- ¿Se le habrá muerto alguien?

Bueno, un pedacito de mí, pero no es para ponerse de luto.

- Tiene pinta de loquita

Me deslindo de todo comentario.


Y he renovado este blog porque quiero comunicarme conmigo.