jueves, 8 de febrero de 2007

juegos

Los niños pelean de mentira en un acto de descubrimiento de ellos mismos proyectados en el otro. Por lo general, son juegos inofensivos y sólo se utiliza el cuerpo. No es necesario que haya un ganador. No estoy segura si esta fricción tenga connotaciones sexuales mayores; en todo caso se trataría de un velado interés por el homoerotismo. Esto es muy interesante. Debería investigarlo más.

Dos niños pelean de mentira y ruedan por la colina. Ambos tienen los codos y las rodillas lastimadas. A uno de ellos le sangra profusamente el codo y se asusta terriblemente como quien descubre por primera vez que dentro de él fluye este líquido rojo de sabor metálico. Rompe en llanto. El otro se deja de juegos, se levanta, observa la herida y se va callado. 'A mí una vez se me rompió la cabeza' piensa.