domingo, 11 de febrero de 2007

juegos. parte 2.

Siguiendo con los apuntes sobre la conducta de los niños. Es común ver que las relaciones primarias son de antagonía y rechazo. Los niños piensan que las niñas son fastidiosas. Las niñas piensan que los niños son sucios. De suma importancia es ver que ambos bandos se mantienen separados por una rivalidad implícita. Simplemente no se parecen, no son de su tipo. La identidad tanto masculina y femenina a esta edad se fundamenta por medio de la negación -y en este caso, de rechazo- a lo diferente. Esto recuerda un instinto animal. La unión de los bandos no se produce hasta la pubertad o, en algunos casos, la adolescencia.

Luisita vive en una casa de cristal donde el piso es de cristal, su cama es de cristal, sus zapatos son de cristal, su vestido es de cristal y muchas veces ha pensado en que ella también es de cristal. En las antípodas, vive José María donde todo es de piedra. Sin embargo, y a pesar de lo distintos que eran, Luisita y José María de cuando en cuando intentaban ser amigos i lo conseguían a veces sí, a veces no. Una tarde, ella lo invita a su casa. Toman leche con galletas. Se ríen. Se juegan. José María no se controla i se estrella con una columna y la casa cae como una lluvia que deja a Luisita sorprendida. "Es que yo tengo casa de piedra" dice José María. "Y yo tenía casa de cristal" piensa Luisita y se va.