sábado, 12 de mayo de 2007

desaparición

había una vez un niño que se negaba en creer en mi existencia. todas las noches me paraba junto a su cama y le decía: tienes que temerme. jalaba sus pies. retiraba su manta. cerraba puertas. prendía las hornillas de la cocina. producía interferencias. le pisaba la cola a su perro. le daba manotazos y gritaba en sus orejas. garabateaba sus trabajos y desordenaba todo.

así durante algo más de un año. hace un tiempo el niño me dijo que no creía en mí porque era muy fantasmal para ser verdad. desaparecí.